Aumenta la demanda de criptomonedas a pesar de la crisis de Convid-19
“En la Argentina se triplicaron las operaciones en marzo en comparación con enero. En el caso de las stablecoins, continúan creciendo en adopción, llegando a crecimientos semanales de hasta seis veces”, explicaron desde Ripio, la plataforma que permite comprar y vender Bitcoin y otras criptomonedas, y agregaron: “La actividad diaria también se triplicó. Los usuarios que compran y venden criptomonedas en nuestra plataforma pasaron de un promedio de 3.000 a 10.000 por día”. Es que, según detalló la fintech, a raíz el aislamiento dispuesto por el Gobierno y con los bancos funcionando de manera reducida, cobraron fuerza los canales virtuales y los medios de pagos electrónicos: “En ese contexto, Bitcoin cataliza la transformación hacia una economía digital, más libre y descentralizada, y percibe un nuevo boom de crecimiento en este escenario”.
Desde Bitex, proveedor de servicios financieros blockchain que permite -entre otras funciones- la compra y venta de Bitcoin, coincidieron con el panorama. “El mercado está con un volumen muy elevado, está de promedio en 40 billones diarios a nivel mundial. A nosotros, lo que más nos llamó la atención es que el mercado nunca paró, operó 24 horas los siete días de la semana, y dio liquidez a todos sin pausas. Creo que no hay dudas en estos tiempos, ya sea por la emisión de todos los gobiernos para controlar la pandemia o por el ‘halving’ del mes que viene, se sumaron muchos inversores nuevos al mercado, que trajeron más volumen transaccional”, explicó Eduardo Del Pino, CEO de Bitex, quien remarcó que a nivel local el fenómeno es similar: “Nosotros tenemos un volumen creciente. Acompañamos al mercado mundial, cada uno con su escala. Todo lo que pasa a nivel mundial, repercute en la Argentina, como todos los mercados. Ya desde hace un tiempo se ve un mayor interés, se ven inversores más institucionales entrando al mercado”.
La actual crisis, que desencadenó un mercado altamente volátil, también propició un incremento en las operaciones de las denominadas “stablecoins”. Fue, por ejemplo, el caso de Dai: se trata de una criptomoneda generada por sus usuarios a través de un depósito de garantías, que mantiene su valor estable en torno a un dólar.