Las Criptomonedas ¿CUÁNTAS HAY?

Tal vez acabas de asimilar apenas la existencia del bitcoin, la madre de todas ellas, y te preguntas qué utilidad tiene el que existan tantas.

De entrada hay una razón básica para la existencia de tantas criptomonedas; la necesidad que tenemos los seres humanos de investigar y desparramar nuestra creatividad. Sí, las criptomonedas se basan en algoritmos matemáticos y puede ser un placer, por muy diversas razones, crear una.

Esto no quiere decir que todas sean útiles y, mucho menos, que lleguen a tener alguna relevancia social. De hecho, una parte de ellas son abandonadas al cabo del tiempo por sus creadores o, incluso, no llegan a generar un gran interés en la comunidad de fans de las criptomonedas. Incluso, en ocasiones, son creadas con la esperanza de conseguir hacer ricos a sus creadores.

De todas formas, el propio concepto de criptomoneda es sumamente interesante. Un posible valor de cambio cuya creación está regida por las matemáticas y no por los intereses de gobiernos y bancos centrales.

El bitcoin demostró que es posible que las finanzas estén más cerca de la gente que de las propias entidades financieras.

Cada nueva criptomoneda presenta variantes respecto al código y funcionamiento del bitcoin. En ocasiones, sus particularidades las hacen sumamente interesantes y diferentes.

Estas diferencias pueden estar en el tipo de función criptográfica usada para su creación o minado: SHA-256, Scrypt, Scrypt-n, etc. O en la forma en que se verifican las transacciones (POW, POS). También el volumen de monedas, la dificultad más o menos creciente para minarlas, el volumen final si lo hay lo que daría las características de ser una moneda inflaccionaria o deflaccionaria. La verdad es que, como se puede ver por su abundancia, las posibles características son muy variadas, lo que incluye también su finalidad o intención de uso.

Lo que hace interesante a una nueva criptomoneda es, fundamentalmente, el hecho de aportar alguna novedad o característica destacable sobre otras. Desde luego, en segundo lugar, la intención con la que ha sido creada y el ecosistema de usuarios, aplicaciones y medios que la acepten así como su incorporación a sistemas de intercambio.

La primera criptomoneda, creada en el año 2009, ya sabes, fue el bitcoin y también es la que ha logrado una mayor expansión en un tiempo record para un nuevo medio de intercambio. Luego siguieron otras que aportaron, efectivamente, algunas novedades y diferencias:

– Litecoin (2011): basada en otra función criptográfica (Scrypt)

– Namecoin (2011): que aportó la descentralización de los DNS para una menor trazabilidad y, en consecuencia, anonimato.

– Peercoin (2012): como un sistema híbrido POW/POS.

– Dogecoin (2013): que empezó como una broma y se ha convertido en una criptomoneda exitosa.

Y así podríamos seguir hasta nuestros días en que el tema ha explosionado en una enorme riqueza de criptomonedas.

Ver también: Diccionario de términos sobre las criptomonedas

Como verás en el primer enlace de este artículo actualmente hay 53 criptomonedas que superan el millón de dolares de capitalización, pero estas cifras suben rápidamente y hay, por debajo, otras con buenas dotes para entrar rápidamente en esa lista. Las diferencias con bitcoin aún son grandes en este sentido. Bitcoin ha movido más de 6000 millones de dólares. Pero lo más curioso es que la segunda de la lista, aunque a bastante distancia del bitcoin, es de bastante reciente creación: Ethereum (ETH) con cerca de 900 millones de dólares meneados. Y no es para menos porque esta criptomoneda tiene todas las características para producir una revolución en la manera en que entendemos el uso de Internet. Naturalmente, le dedicaré bastantes artículos.

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¿Hay sitio para todas las criptomonedas?

Es posible que pienses que no hay espacio en el mundo para tantas criptomonedas pero no es del todo cierto. Muchas de ellas pueden ser importantes para ciertas comunidades, exactamente igual que otras variantes de monedas sociales.

También, si una criptomoneda ofrece características atractivas hay gente que las obtiene confiando en que en algún tiempo tengan un valor de cambio más alto frente a otras criptomonedas o dinero fiduciario. Es decir, se puede especular con criptomonedas exactamente igual que con acciones, bonos y otros productos financieros.

Pero también, mezclado con todo lo anterior, hay fans. Las criptomonedas son hermosas y hay gente que gusta coleccionarlas para conocerlas y experimentar con ellas.